Aburguesados y cortijeros

Parece que la competición empezó ayer, y ya nos encaminamos a la última prueba de la temporada regular en la OMCat 2011. Con gran parte del bacalao cortado, todos los jugadores tienen en su punto de mira la gran final de noviembre, en el que cualquiera que gane, podría llegar a hacerse con la chaqueta de Tartan de ganador.

Todos los jugadores? Todos NO!
Aun quedan un par de ellos que persiguen, a toda costa, la honrilla de sumar a su palmarés una victoria en el circuito. Me aseguran que dichos jugadores, afincados en la zona sur de Barcelona, ven la prueba en el C.G. de Barcelona como un último cartucho para lograrlo. No queremos dar mas datos sobre los protagonistas, pero fuentes bien informadas nos han confirmado que llevan meses preparando esta última prueba a conciencia, y sin reparar en gastos, ni abonos. La desesperación de una temporada en blanco, les ha llevado a convertirse en jugadores locales del escenario de la prueba de octubre.

En círculos próximos han manifestado que se encuentran en un momento dulce de juego, y que la victoria esta al caer. De puertas hacia fuera, su confianza está por las nubes, y se muestran seguros en que el conocimiento del terreno les dará ese plus que les lleva faltando durante todo el año. Pero nuestros informadores han podido saber lo que se esconde detrás de esta postura. Al parecer los resultados que están cosechando en su nuevo cortijo no son ni mucho menos alentadores. Se rumorea que aun no han conseguido cumplir su handicap. La ansiedad va en aumento.

En la redacción de OMCat Digest hemos analizado los motivos del bajón que ha sufrido el juego del principal instigador de la maniobra de aburguesamiento, alias “tekiman”. Vemos la situación actual como el clásico síndrome del cortijero. Los que otrora fueron unos currantes del golf que se fajaban en todos los campos de Catalunya por igual, se han aburguesado y de que forma. Al hacerse unos asiduos jugadores de club, se han acomodado al recorrido, bajando la guardia, y perdiendo ese estado de alerta que les hacia sacar sus mejores golpes.

Veremos si la adrenalina de la competición les hace despertar el próximo sábado, o bien sucumben, y se hunden como ratas en su jardín. El desenlace, en cinco días.