La Orden del Merito Catalana 2011, se encuentra ya a punto de cruzar el
ecuador, y este periódico no podía seguir su andadura sin dedicar un
amplio artículo a una de las mas rutilantes estrellas del panorama
golfístico galáctico.
No se equivocan señores, nos referimos a Barri, el poseedor del
DON. El pasado mes de abril pasó a engrosar el elenco de grandes
maestros del golf que compiten por la preciada chaqueta de tartan, al
debutar en la OMCat en la prueba de Reus, causando un gran impacto por
el rendimiento ofrecido.
Sin lugar a dudas, Barri se encontraba como uno de los máximos
aspirantes a ganar en la prueba de Reus, y en las casas de apuestas
solo se admitían pujas sobre cuantos golpes le podía llegar a sacar al
segundo clasificado. Como todos ya deben saber, el rendimiento de Barri
en los pastos “reusencs” fue discreto, por no emplear otras palabras, y
nadie se podía explicar el motivo por el que el resultado final apenas
alcanzó los 7 puntos stableford hándicap.
En nuestro afán por desgranar todos los detalles de lo que ocurra
en el circuito catalán, hemos tirado de hemeroteca para hallar las
causas de tal hecatombe. Hay que remontarse al 23 de marzo, donde se
empezó a fraguar la tragedia. Barri arrasaba en los campos de golf, y
era imparable. En un afán perfeccionista, se puso en manos de un reputado coach argentino, cuyo nombre dejaremos en el anonimato, en busca de algo nuevo que le pudiera llevar al nirvana golfístico.
No hay que decir que el coach no vió nada susceptible de mejora en el
swing del astro de Manises, cosa que llegó a frustrar sus ansias de
mejora. Tras este traspies en el plan de mejora trazado por él mismo,
Barri se sumió en un profundo estado de meditación sobre sus objetivos
en el juego del golf que le llevó sin darse cuenta a un estado de
semi-inconsciencia. En esas condiciones, se explica el juego ramplón
que ofreció en Reus.
Pero señores, aficionados del poseedor del DON, hoy acabó su travesía por el desierto.
Ranillas le ha abierto los ojos, y Barri ha podido vislumbrar nuevos
horizontes bajo el sol zaragozano. Un nuevo Barri resurge. Que tiemblen
los catalanes, porque el Major de junio podría ya tener dueño...
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