jueves, 14 de abril de 2011

Ahora más que nunca #todosconfu

Como no podía ser de otra forma, la última prueba de la OMCat celebrada en Reus tuvo sus triunfadores, pero también se cobró algunas víctimas. La mayoría de los derrotados aguantaron estoicamente el varapalo que el golf les dió, una vez mas, el pasado domingo. Pero hubo uno de los jugadores que lo pasó realmente mal durante la partida. Estamos hablando del consagrado Hitter català Fu-manchú, que volvía a los campos tras un parón de casi dos meses por una lesión de espalda.

Tras una primera toma de contacto con la competición en la meseta la semana anterior, Fu se veía capaz de romper el campo, y situar su buen hacer golfístico en el lugar que se merece: lo mas alto de la clasificación. Es más, nos aseguran que en caso de haber cuajado una buena actuación, hubiera cancelado su supuesto compromiso familiar para poder quedarse a comer junto con sus compañeros, y poder darse un baño de multitudes y elogios.

El día se presentaba ideal para las características del “niño de la bola baja”. El viento iba a complicar el día a la mayoría de los jugadores de la OMCat, que a diferencia de Fu, tienen un repertorio de golpes muy limitado (vease filazos, slices, y pesaditos). En el campo de prácticas, Fu exhibía sus stingers al draw y al fade a la vez que pensaba en su discurso al recoger el premio como ganador. Tal era su confianza en esos momentos que, parafraseando al gran Pisha, sentía que el golf no tenía secretos para él. Dominaba todos los golpes.

Un castillo de naipes era el que había auto-generado Fu en su cabeza, pues tal y como confeso, habia traido en su bolsa el drive para el swing malo. En palabras del propio Fu, “ahora no estoy para pegarle con el Tittleist”, con lo que trajo el R9. La primera grieta en su propia confianza.
Empezó la ronda, y los golpes se iban sumando demasiado rápido al marcador de Fu. El juego del ídolo de Castelldefels no estaba a la altura de sus pantalones IJP. En pocos hoyos, la frustración por el pésimo nivel de juego se empezó a traducir en blasfemias a diestro y siniestro. Los vertiginosos greens centraron la mayor parte de las quejas. A partir del hoyo 12, Fu había perdido la ilusión por el golf.

Solo el mini-match final a 6 hoyos con Jarvis le dió algo de aliento para acabar la ronda con la ilusion de quien gana a su ídolo. Al acabar, caras largas y una promesa: “Lo dejo hasta el viaje a Escocia. Tengo que volver a coger ganas de jugar.”

Las declaraciones de Fu a la prensa han generado un gran revuelo. Si bien es cierto que el resultado es decepcionante, nadie esperaba semejante espantada por parte de un jugador del carisma de “El elejido por eolo”. La respuesta de la afición no se ha hecho esperar, y a través de twitter se ha iniciado la campaña “Todos con Fu” (#todosconfu), que ya cuenta con miles de usuarios agregados que han mostrado su apoyo incondicional al jugador del Baix Llobregat. Entre ellos, destaca el apoyo ofrecido por Natalie Gulbis, que se ha volcado con la causa.

Fuentes bien informadas, me aseguran que Fu se ha mostrado impactado por tales muestras de apoyo, y se plantea seriamente su decisión. Estaremos atentos a nuevas noticias sobre el tema.

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